Editorial
2 Enero - junio 2024 • Volumen 3 • Número 1
EDITORIAL
La relación entre la miel y el hombre ha tejido un
vínculo profundo y ha evolucionado de manera
fascinante a lo largo de la historia desde la
antigüedad hasta la actualidad. El vínculo entre las
abejas y la sociedad humana se evidencia en
imágenes de abejas impresas en monedas, estas
pueden tener varios significados y propósitos, que
van desde el simbolismo cultural hasta la
importancia económica y ambiental de las abejas. La
miel ha desempeñado roles importantes en la
alimentación, medicina, cultura y economía de
diversas civilizaciones. La polifacética relación
entre las abejas, la producción y el consumo de miel
se ha documentado en diversas culturas alrededor
del mundo, convirtiéndose en un símbolo de salud,
prosperidad y espiritualidad. La evidencia más
antigua del consumo de miel por los seres humanos
data de hace unos 8.000 años en las pinturas
rupestres de la cueva de la Araña en España. Ha sido
valorada y utilizada con distintos fines por reyes,
filósofos y científicos. Por sus propiedades
cicatrizantes y antibacterianas, Hipócrates (460-370
a.C.) el "padre de la medicina", utilizaba la miel para
tratar diversas enfermedades. La capacidad de
permanecer por largos períodos sin alteraciones se
debe a su alto contenido de azúcares simples y su
consumo proporciona energía rápida. La mística en
torno a la última faraona de Egipto (Cleopatra, 69-
30 a.C.), quien usaba miel durante sus rituales de
cuidado personal por sus propiedades hidratantes y
rejuvenecedoras, hasta lideres del Imperio Romano
(Marco Antonio, 83-30 a.C. y el Emperador
Augusto, 63a.C.-14 d.C.) que consumían miel
regularmente para mantener su salud y vitalidad,
popularizó su uso entre la élite romana. Este legado
ha contribuido a la percepción duradera de que este
producto natural es valioso como un alimento y
medicamento.
En la actualidad, la miel es objeto de múltiples
análisis con fines comerciales para certificar su
originalidad y estudios científicos que demuestran
sus propiedades, haciendo que su uso sea cada vez
más relevante. La ciencia demostró sus propiedades
antimicrobianas, antioxidantes, antiinflamatorias y
la medicina moderna reconoce sus beneficios para el
tratamiento de heridas, quemaduras y enfermedades
respiratorias. Una de las más caras debido a su
producción limitada y beneficios para la salud, es la
miel de manuka [Leptospermum scoparium]
producida en Nueva Zelanda y Australia. Su
análoga, en América del Sur es la miel de ulmo
[Eucryphia cordifolia] que se produce en Chile.
Florales, frutales, amargas o ácidas, entre
otras… Las preferencias sensoriales, la cantidad,
frecuencia y hábitos de consumo pueden variar
según factores demográficos, geográficos y de una
persona a otra. Los sabores únicos y distintivos se
deben a las diferentes fuentes de néctar de las que
provienen, así como a factores ambientales como el
clima, suelo y características productivas
particulares. Varios países europeos son los mayores
consumidores mundiales de miel per cápita, algunas
personas disfrutan de aquellas muy suaves y dulces
como la miel de acacia [Robinia pseudoacacia],
mientras que otras las prefieren intensas y con
sabores más complejos, incluso amargo como la
miel de madroño [Arbutus unedo]. Existen
concursos de reconocido prestigio donde un grupo
de especialistas premian las mejores. Este tipo de
eventos contribuyen a visibilizar y difundir los tipos
de mieles que se producen en el Mundo, generando
un fuerte impacto en los consumidores. En la última
edición de Apimondia, realizada en Chile en 2023,
fue premiada la miel de mistol [Sarcomphalus
mistol] producida en el bosque chaqueño de Bolivia.
Hoy, los hábitos de consumo de la miel como
endulzante natural reflejan una combinación de
tradición y modernidad, mostrando continua
valoración de la diversidad de sabores, la
versatilidad en el aspecto gastronómico y los
beneficios para la salud. Vale decir que el vínculo
milenario entre la miel y el hombre sigue
evolucionando, adaptándose a las necesidades y
valores de las generaciones contemporáneas. La
miel y sus propiedades trascienden modas pasajeras,
manteniéndose constantemente valoradas por sus
beneficios saludables y nutritivos. Según datos de la
FAO se producen anualmente alrededor de 1.8
millones de toneladas de miel en el mundo. Al
mismo tiempo, crece el interés por la miel producida
de manera responsable y la conciencia sobre la
sostenibilidad y la conservación de los ecosistemas.
En la actualidad, es preocupante el declive de las
poblaciones de abejas en muchas partes del mundo.
Ellas enfrentan amenazas como el cambio climático,
la pérdida de hábitat, el uso de agroquímicos,
enfermedades y parásitos. Con el objetivo de
concienciar sobre la importancia de las abejas y